Desde el comienzo de la Revolución Industrial, los avances tecnológicos han ido cada vez más rápido, afectando a más personas y sectores. Las compañías, en particular, se han podido beneficiar de ello, pues la modernización ha permitido la aparición de sistemas de embalaje Barcelona automáticos y otras maravillas.
Los primeros aparatos que aparecieron eran toscos y burdos. Realizaban aquellas tareas que necesitaban de fuerza y podían ser peligrosas para un obrero. Sin embargo, conforme se fueron perfeccionando, la precisión también aumentó.
Aunque sigue habiendo trabajos que requieren extremada fineza por las manos de un profesional, son pocas las cosas fuera del alcance de una máquina, ya que combinan potencia, exactitud micrométrica y la capacidad de seguir trabajando sin comer o descansar.
Gracias a esto, cada día son menos las personas que se encuentran en el peligroso ambiente de una fábrica, dado que, en su mayoría, solamente hay supervisores y técnicos que se aseguran de que todo marche en orden y se esté cumpliendo con las metas diarias.
Las ventajas de la automatización
- Seguridad laboral. Si bien existen las posibilidades de que ocurran accidentes, la maquinaria puede trabajar con sustancias dañinas para el ser humano.
- Estos procesos son hechos masivamente con una rapidez constante, lo que permite tener una media alta de unidades producidas. Así mismo, pueden trabajar indefinidamente, convirtiendo las 24 horas hombre, en segundos de producción.
- Capacidades físicas. Las líneas de ensamblaje pueden manejar grandes cantidades de peso y trazar detalles milimétricos en los productos que serían imposibles para todo aquel que no fuera un experto. Adicionalmente, siempre realizará un trabajo idéntico.
Todas estas cosas han permitido la expansión del mercado, y con el surgimiento de Internet, la demanda de productos ha crecido todavía más, siendo capaz de alcanzar fronteras con una facilidad inigualable.
Por ello, cada euro invertido en la maquinaria que compone una fábrica se verá retribuido con creces, en virtud de que estas se encargarán de suplir la demanda rápidamente sin pausa alguna o errores que causen pérdidas, como podría ocurrir en el caso de que se fallara en proteger las cajas o productos durante el embalaje.