Un trabajador cualificado con una buena formación en su ámbito profesional es uno de los mayores activos que puede tener cualquier empresa. Un elemento de valor que hará que el negocio sea cada vez más competitivo y que la productividad aumente. De manera que los cursos bonificados para trabajadores son una excelente forma de ofrecer la mejor formación a los empleados de cualquier empresa de manera gratuita.
Es una lástima, pero todos los años miles y miles de empresas pierden la oportunidad de ofrecer una buena formación a sus empleados. Todas y cada una de las empresas privadas del país cuentan con un crédito disponible para dar formación a sus trabajadores. Un crédito que se pierde si al final del año no se ha hecho uso de él.
¿Por qué se pierde? Tal vez por desidia y desinterés, porque lo único que pide la Administración es que la empresa tenga sede en España, que tenga trabajadores afiliados al Régimen General de la Seguridad Social y que esté al día en sus obligaciones fiscales y con la Seguridad Social.
En principio, la empresa deberá afrontar el coste de los cursos, pero ese dinero se desgrava posteriormente de las cuotas a la Seguridad Social.
¿Qué tipos de cursos se pueden aprovechar?
Los cursos bonificados para trabajadores tocan todas las ramas de la producción y los servicios. Hay entidades que los ofrecen, pero también es posible solicitarlos. No hay un apartado en el que no se puedan ofrecer formación a medida de la empresa y su actividad.
Pero no solo son cursos lo suficientemente variados para responder a cualquier tipo de demanda en lo que a contenidos se refiere, sino que además las modalidades de formación son muy variadas. Pueden ser cursos en la misma empresa o en un centro de formación, pueden ser en horario laboral o fuera de él y pueden ser presenciales o a distancia.
No hay excusa, por tanto, para no aprovecharse de las ventajas que ofrece la formación bonificada. Perder cada año la oportunidad de mejorar la formación de los trabajadores es un gran error.