Si tienes una empresa involucrada en el e-commerce, seguramente querrás ofrecer el servicio de envío de paquetes internacionales a España y Europa. Esta, es la forma en la que tus productos tendrán presencia en tan importante continente. Y es que una de las grandes ventajas de tener un negocio en Internet, es que no hay límites territoriales que impidan a usuarios de otros países comprar lo que ofrecemos.
Ahora bien, para ofrecer el envío de productos a España y a otros países, debes definir una serie de aspectos. Estos, determinarán la calidad del servicio que prestes a tus clientes y el impacto que tendrá en tu estructura de costes.
Entre dichos aspectos, el más importante es la empresa que asumirá esta responsabilidad. Si bien, conocer sus tarifas es algo esencial, lo es todavía más, asegurar que se caractericen por la rapidez en la entrega y protección de la mercancía.
Lo mencionado antes, debe complementarse con un excelente sistema de almacenamiento y organización de productos. Por tanto, es primordial conocer las claves de una buena logística, las cuales son desarrolladas en el video que vemos a continuación.
¿Quién paga el envío?
En este sentido, existen varias opciones que se pueden tener presente. La primera de ellas es ofrecer el envío gratis. Esta, sin duda, es la propuesta más atractiva, pero para que sea rentable, hay que hacer un ajuste en los precios de los productos.
Una buena tienda online se caracteriza por ofrecer a sus clientes las mayores comodidades; entre ellas, el envío de la mercancía adquirida a la dirección que estos indiquen. Pero este es un servicio prestado por un tercero y alguien debe pagarlo, la pregunta es quién.
Y es que estos envíos pueden cubrirse con un aumento en todos los productos. De esta forma, son los clientes quienes pagan dicho servicio. Otra alternativa, es asumir tú el pago parcial del mismo. Esto se logra, reduciendo el incremento en el precio de la mercancía y aportando parte de tu ganancia. También puedes ofrecer el envío gratuito solo a partir de un consumo mínimo. En este caso, tú asumes el coste total, pero incentivas la compra masiva.
Entre estas alternativas no hay alguna que sea más conveniente que otra. Cada negocio es diferente y, por ende, lo que funcione para unos tal vez no sirva a otros. Por tanto, debes analizar cuál es la que mejor se adapta a su dinámica comercial.
Y no olvides, qué la calidad de este servicio depende de la responsabilidad y eficiencia de la empresa de envíos que lo preste. Por eso, no te apresures buscando economía sino excelencia. A fin de cuentas, su buen desempeño repercutirá en tu prestigio.
