Hoy en día, el tratamiento adicción a la cocaína se ha especializado a tal punto que es posible afirmar que se trata de un problema con una solución definitiva. Muchas personas piensan que las pacientes que caen en el mundo de las drogas no tienen esperanza de salir y empezar de cero, pero los expertos en psicoterapia han demostrado que esto no es verdad.
Por supuesto, cada especialista posee un método diferente para tratar a los individuos que se acercan a ellos; sin embargo, el secreto para ofrecer una ayuda efectiva en estos casos es proporcionar una atención personalizada, que permita comprender los factores que le impulsaron a consumir estas sustancias estupefacientes.
Por lo general, el psicoterapeuta suele distinguir en toda dependencia dos niveles que, aunque se diferencian con claridad uno del otro, guardan una estrecha relación sobre el individuo:
- Psicopatológico común: se refiere a los síntomas comunes que se presentan en los adictos a la cocaína. Para ello, se establece un tratamiento que busca la desintoxicación o se plantea un procedimiento farmacológico, para modificar las condiciones psicológicas y biológicas, que permitan controlar la necesidad de consumir descontroladamente.
- Psicopatológico específico: trata de conocer la historia personal de la víctima, mediante la psicoterapia individual. En estas sesiones, procura reconocer las causas de la dificultad que conllevan a una conducta adictiva.
En otras palabras, el psicoterapeuta trabaja como un maestro en destrucción de papel profesional, que se encarga de deshacer lo que no está funcionando correctamente y limpia el espacio interior de cualquier residuo que genere un daño emocional y psicológico en el adicto. El resultado es el renacimiento de una persona que un día se vio envuelto en la oscuridad y que ahora tiene ganas de luchar por su vida, sin ataduras ni dependencias.
¿Cómo saber si alguien es adicto a la cocaína?
De acuerdo con los profesionales, quienes han sufrido de esta adicción presentan los siguientes síntomas:
- Conductas paranoides y miedo constante.
- Sensación de euforia.
- Creencia de que es capaz de hacer todo, sin ninguna consecuencia.
- Deterioro de las relaciones laborales, amorosas y sociales.
- Falta de motivación.
- Movimientos corporales exagerados.
- Pupilas dilatadas.
- Problemas cardiovasculares, neuro-musculares, respiratorios (destrucción del tabique y macizo facial) y digestivos.
Además de esto, utiliza ciertos argumentos que delatan una conducta irregular como, por ejemplo, niega que posee esta dificultad con frases como “no consumo a diario, no soy un adicto” o “todo está bajo control”. No obstante, al darse cuenta que sí necesita ayuda, empieza a expresarse diferente.
En la actualidad, la cocaína es considerada como la droga del siglo XXI, en países como España. Lo importante es saber que si el consumo se repite con el paso del tiempo, la adicción es un hecho y debe buscar a alguien que le oriente.